Probablemente hablando con un mexicano, y a veces entre mexicanos, no entiendes lo que te dicen y solo asientes con la cabeza ante alguna frase que no has entendido, y, aun así, reído. Pues bien, seguramente te han albureado.
No se apene y entérese de que se trata el albur. ¿Qué es y de dónde viene?
Pues bueno, en el caso específico de México, nace gracias al empleo de eufemismos que hacen referencia a acciones y partes del cuerpo, por lo regular, refiriéndose a los genitales.
Se cree que éste ingenioso juego de palabras nació en la época colonial como una forma de entretenimiento entre los mineros de la comarca minera, en el centro del país. Si embargo, existen registros que indican que lo mexicas, en el “cuecuechuícatl” (canto travieso), hacían alusiones eróticas, en ocasiones, a través de dobles sentidos.
“En México tendemos a esconder los temas que nos resulten desconocidos o alarmantes, que nos resulten un tabú. Por ejemplo, las cuestiones sexuales o la muerte (…)”. (Herrasti, 2017).
Desde un punto de vista lingüístico, el albur es posible dada la capacidad de la lengua de generar significados literales y no literales (metafóricas). Es así como el albur ocurre por las similitudes que se dan entre ciertos objetos, como: chile, palo, papaya, huevos, melones, pájaro… y la forma que tienen diferentes partes del cuerpo, como los genitales y los senos. Así, estas figuras se utilizan retóricamente para representar cuestiones relacionadas con el sexo.
Para que tengan el sentido que queremos, las palabras deben de emplearse dentro de un contexto, así el interlocutor podrá comprender el significado (casi regularmente).
La magia de los albures radica en la agilidad mental para elaborarlos e introducirlos ocultamente, pero a la vista en el contexto en el que sea oportuno, que no sean tan evidentes. Se usan en nombres, adivinanzas, preguntas y canciones.
La popularidad de esta forma lingüística de entretenimiento y esgrima verbal ha incrementado desde la década de los 50’s, en gran parte por la publicación del libro “Picardía Mexicana”, de Armando Jiménez, donde desvela algunas curiosidades de la jerga callejera de la Ciudad de México.
Eso sí, el albur es un desafío verbal que requiere de destreza mental en el que se intercambian frases con contenido (no directamente) sexual con el fin de que la otra persona no pueda responder, evitando, preferentemente, toda connotación grosera o peyorativa.
A continuación, te dejaremos una selección de frases, adivinanzas y nombres para que te claves leyendo y riendo:
- Te cabe toda la razón.
- No se apene, joven.
- Te molesto con el chile, es que me agarras lejos.
- Si sientes feo cuando me voy, ¿Qué sientes cuando me vengo?
- Huele a obo… ¿Qué es obo?
- En las taquerías, ¿Comes parado?
- La experiencia la agarras grande, con el paso del tiempo.
- A la larga te acostumbras.
- ¿Cuál es el pájaro que lleva tenis? El pájaro consuelas.
- ¿Cuál es el pájaro más caballeroso? El que se para para que te sientes.
- Elver Galarga.
- Alma Marcela Silva D’Alegría.
- Tecla Varela Vergara
- Salomé Tomás Rico.
- Jorge Nitales
- El Coyote Cojo de Laredo, Texas.
Algunos lugares famosos de México:
- Tejeringo el Chico
- San Jasmeo
- San Casteabro
- Tepiscoeloyo
AVISO: Que sean entretenidos no significa que varios no sean ofensivos, llegando a considerarse machistas o discriminatorios.
Fuentes:
García, N. M. (30 de marzo de 2017). Esta experta en lenguaje nos explica el origen del albur. Obtenido de Revista Chilango: https://www.chilango.com/humor/experta-lenguaje-explical-origen-del-albur/
Más de México. (8 de diciembre de 2016). Más de 100 albures mexicanos: un largo y profundo compendio. Obtenido de Más de México: https://masdemx.com/2016/12/mejores-albures-lista-cortos-frases-mexicanos/